sábado, 17 de noviembre de 2012

'¡Abre un libro!


Al leer entras en un mundo diferente al que te rodea, conoces personajes imaginarios para algunos pero reales para otros que te recuerdan a ti mismo o a tus cercanos, cuando ese personaje sufre sientes ese pesar, cuando consigue un logro te da alegría por el. Conoces partes del mundo que desconocías tan solo con imaginar lo que se te describe, un prado verde donde cae un sol en atardecer con una pareja acostada, o hasta un mundo apocalíptico donde la vida como la conocías cambio por algún virus o como hace poco leí por un pulso telefónico.
 
Al leer historia descubres de un pasado que ni te imaginabas como era, donde hubo masacres a inocentes y valientes batallas, héroes y heroínas, villanos y mentirosos, artimañas para siempre tener un control de 'X' época. Donde un mundo inteligente quería salir a flote en épocas oscuras. De lo listos que fueron nuestros antepasados.
 
Al leer una historia, entras en un suspenso por lo que pueda suceder a continuación, entras en un estado de éxtasis debido a que quieres devorar todas las páginas de una sola sentada.
 
Al leer conoces los pensamientos de un escritor, sus sentimientos: ira, amor, decepción, aprecio, y un sinfín que pueden expresarse con estas palabras. Al leer incluso puedes jugar con las mentes de las personas, saber cómo manipularles, aprender infinidades de habilidades y mejoras en el ámbito académico, al leer te distraes y el tiempo vuela en ese mundo imaginario que vas creando con cada palabra que lees. También puedes leer algo como esto, algo que sale de la mente de un joven que escribe por una forma de relajarse.

Lean gente, léanse un libro, una historia, un cuento, un drama, una biografía, un blog, lo que más le parezca bien. Leer en lugar de ir a perrear no te hace un pendejo, te hace de cierta forma más culto.

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